Ingredientes:
- 450 grs de harina de fuerza
- 80 grs de leche entera
- 60 grs de mantequilla blanda
- 60 grs de azúcar
- 110 grs de huevo
- 100 grs de puré de calabaza
- 12 grs de levadura fresca de panadería
Además:
- Azúcar
- Unas gotas de licor de anís
Preparación:
Disolvemos la levadura en la leche y la ponemos en el bol de nuestra amasadora, añadimos el azúcar, la leche, la mantequilla en trozos, el huevo, el puré de calabaza, la harina y la sal. Comenzamos el amasado en una velocidad baja, y a medida que se vayan integrando los ingredientes subimos a velocidad media hasta que se forme una bola de masa suave y elástica que no se pegue a las manos (o se pegue ligeramente pero se pueda trabajar) Retiramos la masa a un recipiente amplio untado de una fina capa de aceite y la dejamos levar hasta que aumente el doble su volumen. (Yo las masas las tapo con un paño caliente húmedo) Transcurrido el tiempo dividimos la masa en porciones de unos 70 grs aprox. y formamos bollos que dejaremos levar de nuevo. Una vez han fermentado, les practicamos un corte a lo largo con ayuda de una cuchilla o cuchillo muy afilado, los pintamos de huevo batido y encima ponemos un poco de azúcar humedecido con el anís. Metemos a horno precalentado a 200ºC durante unos 10 minutos o hasta que veamos que tienen un bonito color dorado por su superficie. Dejar en enfriar y servir.
Notas:
Ojo con la cantidad de harina, en esta y en todas las recetas. No todas las harinas absorven igual así que debemos ser comedidos con las cantidades que nos indican. Poner menos cantidad como punto de partida e ir añadiendo en caso necesario. Un exceso de harina hará que nos queden piedras en vez de bollos. En estos casos es siempre mejor quedarse cortos.
Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.
Tened cuidado con el levado de los bollos cuando practiquéis el corte. Si os pasáis de levado, cuando cortéis se os vendrán abajo. En cuanto notéis que aumentan ya podéis cortar. Si os pasara que se os baja la masa, no le hagáis el corte y hornearlos sin cortar.
Con estas cantidades os salen unos 10 bollos suizos.
Ojo con la cantidad de harina, en esta y en todas las recetas. No todas las harinas absorven igual así que debemos ser comedidos con las cantidades que nos indican. Poner menos cantidad como punto de partida e ir añadiendo en caso necesario. Un exceso de harina hará que nos queden piedras en vez de bollos. En estos casos es siempre mejor quedarse cortos.
Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.
Tened cuidado con el levado de los bollos cuando practiquéis el corte. Si os pasáis de levado, cuando cortéis se os vendrán abajo. En cuanto notéis que aumentan ya podéis cortar. Si os pasara que se os baja la masa, no le hagáis el corte y hornearlos sin cortar.
Con estas cantidades os salen unos 10 bollos suizos.
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